El roquero acude a los encuentros de Alcohólicos Anónimos con su hijo Jack
Después de décadas luchando contra sus problemas de adicción a las drogas y demás sustancias, el roquero Ozzy Osbourne por fin ha conseguido afrontar su alcoholismo gracias a la ayuda de su hijo Jack (28) -quien lleva sin beber más de 11 años-, junto a quien acude a las reuniones de Alcohólicos Anónimos que le han ayudado a no probar una gota de alcohol durante los últimos 18 meses.
"Me siento orgulloso de decir que, a día de hoy, los dos estamos implicados en un proceso de recuperación activo y acudimos a las mismas reuniones. Compartimos algo que no todos los padres e hijos comparten. Por supuesto, nos distanciamos durante la temporadas en que yo no bebía y Ozzy sí, o al revés. Pero ahora puedo decir con toda sinceridad que es mi mejor amigo", confesó el hijo del líder de Black Sabbath al periódico The Sunday Times.
Pero pese al buen rumbo que lleva la recuperación de Ozzy, Jack es muy consciente de que podría recaer en cualquier momento, lo que no dejaría de ser un duro golpe para él ya que no puede evitar ver la recién estrenada sobriedad de su famoso padre como una manera de exorcizar sus propios demonios.
"Sí, estoy preocupado por él, como cualquier hijo lo estaría por su padre.
Está en muy buena forma, pero no deja de tener 65 años. Si papá consigue permanecer sobrio, todas las inseguridades que ha nublado mi vida hasta ahora desaparecerán", añadió Jack, quien no guarda rencor al cantante por los años en que las adiciones y los excesos desplazaron a su labor como padre: "Papá, hay tantas cosas acerca de cómo ser padre que aprendí de ti. Me hiciste no tener miedo y espero poder hacer lo mismo por mis hijos. No te sientas culpable por el pasado. Se ha ido y nosotros seguimos aquí".