Son muchas las marcas de cosmética que desde hace poco se han sumado a ofrecernos un producto nuevo para nuestros labios: los tintes labiales. Últimamente vienen pisando fuerte, y son perfectos para maquillajes neutrales, románticos y de día a día.
¿En qué se diferencian de los labiales normales?
Un labial, por lo general, es más evidente a los ojos. Es decir, se nota que lo llevas.
Tiene textura, en muchos casos mancha si besas una servilleta, etc. Además, puedes escoger colores de lo más llamativos si es lo que quieres. El tinte labial, al contrario, tiene una textura líquida. Para que nos entendamos, es como si pintásemos nuestros labios con un rotulador permanente. Dicho así, puede parecer una mala idea, pero el resultado es muy natural y, de alguna forma, no se nota que te los has pintado. Eso sí, es importante hidratar los labios antes, porque es un tipo de producto que, en general, reseca bastante.
El efecto resultante es el mismo que si te hubieras mordido el labio, o si acabaras de comerte una piruleta. Es sutil, pero muy sexy y da sensación de buen aspecto. Los tintes de algunas marcas, además, también pueden utilizarse en las mejillas para dar sensación de rubor, como si acabaras de hacer un poquito de ejercicio.
¿En qué ocasiones lo uso?
Es un producto muy versátil. Puedes utilizarlo en tu maquillaje diario, para ir al trabajo o a clase, si no quieres parecer maquillada pero sí quieres lucir un rostro vivo y fresco.
También puede serte útil si optas por un maquillaje que destaque mucho los ojos. Este año es tendencia marcar mucho la mirada con smokey u ojos felinos, y dejar los labios desnudos. Si en vez de dejarlos al natural quieres darles un poco de vitalidad, el tinte puede ser exactamente lo que estés buscando.
¿Hay varios colores?
Cada vez más. Lo ideal para lograr una mayor naturalidad es que primero descubras cuál es el tono real de tus labios. Para ello, frente a un espejo, pellízcalo un poquito o muérdelo y observa el color: puede ser más rojo, más rosa o un poco más coral. Tenemos tonos distintos en la piel, y esto ocurre también con los labios.
Una vez lo sepas, acude a tu tienda de cosmética y encontrarás múltiples tonos. Seguro que hay uno que te va como anillo al dedo. Rojos, rosas, anaranjados o incluso marrones. No te fíes demasiado por el color que aparece en los envases, ¡te asustarás si ves los colores chillones que parecen tener los tintes! Pruébalos en la mano o déjate asesorar. Verás que en contacto con la piel y en su cantidad justa, el resultado es mucho más sutil de lo que parece.
¿Cómo aplicarlo?
No recomendamos brochas, porque se tintan y es difícil quitarlo. Lo mejor es aplicar un poquito de producto en la yema del dedo y dar golpecitos suaves en los labios, incidiendo en la parte central para generar volumen. ¡Importante! Luego, lávate las manos. Tus labios no son lo único que el producto tinta, y no querrás que los demás puedan ver las pruebas de tu truco.
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Redacción COSMO
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