Hollywood puede extender cuantas alfombras rojas quiera. Sus limusinas y actores millonarios no podrán nunca compararse con el despliegue de glamour que ofrece el Festival de Cannes.
Un Festival que esta semana abre sus puertas celebrando su 70 aniversario. Una nueva oportunidad de ver buen cine y disfrutar de las estrellas más glamourosas del momento pasear por la célebre Promenade de La Croisette.
Para celebrar estos 70 años de lujo y buen cine, vamos a hacer un repaso por algunos de los momentos y los intérpretes que dejaron huella en esta localidad francesa.
Aunque la única lucha que se libra estos días en Cannes es la que protagonizan actores y actrices por acaparar más focos, lo cierto es que el origen del festival esta salpicado por el conflicto. Su primera edición se celebró tan sólo un año antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Y mientras en el festival francés se proyectaba cine galo, americano e inglés, en el también recién nacido Festival de Venecia se hacía lo propio con películas de países pertenecientes al Eje, como Italia y Alemania. Una guerra cinematográfica que era reflejo de la terrible guerra real que sacudió a Europa y al mundo hasta 1945.
Una vez acabado el conflicto, sus organizadores decidieron centrarse en lo importante: cine y glamour. Durante sus primeros años salieron premiados cineastas tan importantes como Luis Buñuel, Orson Welles o Ingmar Bergman. Pero pronto quedó claro que el principal reclamo del festival no estaría en las salas, sino en las sesiones fotográficas de las cercanas playas a las que acudían las estrellas del momento.
El pistoletazo de salida lo daría la actriz inglesa Simone Silva, que decidió quedarse en topless, en plenos años 50 cabe destacar, durante una sesión de fotos junto a su compañero de reparto Robert Mitchum. Se cimentaba así la idea de que Cannes era un lugar para liberarse de las puritanas formas que rodeaban la industria en aquella época. A Cannes se venía a desinhibirse.
La que mejor entendió todo esto fue la inolvidable Brigitte Bardot, que decidió crear la costumbre a finales de los 50 de protagonizar un posado anual en las playas de la ciudad, sesiones que acaparaban la atención de todos los tabloides del mundo. Así, los habitantes del planeta Tierra nos enteramos de la existencia del bikini.
Cannes pasó a ser el destino vacacional de todo aquel o aquella que fuera alguien en este mundo, y no sólo en el mundo del cine. Desde políticos de talla mundial hasta artistas como Picasso, Warhol, María Callas o Dalí pasearon por sus playas bajo un aluvión de flashes. Y mientras a la alfombra de Hollywood se llegaba en limusina, a la Croisette se entraba en barco.
Otra de las que mejor supieron entender la oportunidad de publicitarse en sus calles fue la enorme Claudia Cardinale que, para promocionar la cinta El Gatopardo del director Luchino Visconti se paseó por las playas francesas haciéndose acompañar por un leopardo real. A Cannes se venía a asombrar.
Más glamour. La exquisita
Grace Kelly programó su boda con Rainiero de Mónaco para que coincidiera con el festival, y que así los invitados que vinieran de Estados Unidos pudieran aprovechar el viaje para algo más que una ceremonia. Así, en 1956 se produjo la mayor explosión de
glamour vista jamás, aquella que juntó a los miembros de las casas reales más importantes del mundo y a las estrellas de cine más admiradas en un mismo lugar.
Los años 50 de Grace Kelly y Rainiero de Mónaco, Sofia Loren o Liz Taylor dieron paso a los 60 de Jane Birkin, que introdujo en la ciudad el estilo hippy consolidando la minifalda como la prenda más chic del momento. Alfred Hitchcock también se dejaba ver con sus actrices fetiche por La croisette durante estos años. Los 70 vieron pasar por Cannes a figuras tan legendarias como John Lennon.
En los 80, mientras directores como Akira Kurosawa o Goeorge Lucas asombraban en las salas de cine, los focos en el exterior estaban puestos en actrices francesas como Juliette Binoche, Irene Jacob o Charlotte Gainsbourg, que trajeron un poco de naturalidad y frescura a la mezcla con posados más naturales y divertidos en la playa francesa. Nastassja Kinski también tuvo su momento de gloria durante esta década.
En los 90 se produjo una auténtica guerra por formar la pareja más glamourosa posible y acudir a Cannes juntos. A saber: David Lynch e Isabella Rossellini. Brad Pitt y Jennifer Aniston. Kate Moss y Johnny Depp. Tom Cruise y Nicole Kidman. No cabe más brillo en una playa.
En los últimos años Cannes se ha centrado algo más en el cine y menos en lo que pasaba en el exterior, pero también se ha celebrado el regreso al festival de sus antiguas musas, y así hemos visto de nuevo desfilar por sus calles, con el glamour que da la experiencia, a actrices tan queridas como Sofia Loren, Charlotte Gainsbourg o la Binoche.
Hoy día, es turno de Angelina Jolie, Julianne Moore, Marion Cotillard, Monica Bellucci o Penélope Cruz continuar con un legado de glamour que eclipsa a las magníficas cintas que se emiten en sus salas.
Por otros 70 años de
glamour en Cannes.
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Redacción COSMO
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