Estos pequeños seres amarillos, de lenguaje peculiar y voz aguda y entrañable, forman parte de los personajes más rentables de la industria cinematográfica infantil dominada por la marca Disney-Pixar
Uno de los grandes retos de la industria de la cinematografía y las series infantiles es el ser capaces de crear personajes e historias que resulten atractivas para los niños. A priori, parece una tarea sencilla, pero la realidad es muy distinta. Teniendo en cuenta el gran número de series y películas infantiles que existen en el mercado, sólo un 20% tienen un calado real en el público infantil. Las grandes productoras lo saben y las más potentes, Disney junto con Pixar (desde hace unos años miembro de la potencia madre de Mickey Mouse) descartan miles de proyectos al año ya que consideran que no cumplen con las expectativas de los infantes.
Son muchos los títulos de estos magnates del entretenimiento infantil que han llegado al corazón de los más pequeños de cada casa, títulos como Cars, Toy Story, La Bella y la Bestia o Moana, son ejemplos de ello. Aún así, la prueba definitiva son las sagas de películas infantiles, éstas, inspiradas por el éxito de su primera incursión en el mercado, ahondan en explotar a personajes que han sido líderes en taquilla. Un ejemplo de ello son los
Minions, esos personajes pequeños y "apepinados" de color amarillo que son un gran éxito en ventas no sólo de películas sino del
merchandising que se creó a partir de su primera aparición en pantalla.
Conocimos a los
Minions con el estreno de la película
"Gru, mi villano favorito" (2010), en la que estos seres era los cómplices del maléfico villano protagonista del film. Pese a ser en origen, seres dedicados a hacer el mal, los niños se sintieron muy atraídos por el mundo
minion hasta tal punto que después de la secuela de "Gru, mi villano favorito 2" (2013), Pixar ideó en 2015 un spin-off en el que estas pequeñas criaturas amantes de las bananas eran las protagonistas. En ella, se narra la historia de la evolución de estos seres amarillentos que, pese a tener diferencias en su tipo de pelo, ojos o estatura, coinciden en naturaleza. La película, con un presupuesto inicial de 74 millones de dólares obtuvo un beneficio de casi 1.200 millones de dólares.
Este tipo de éxitos infantiles es aprovechado por la propia industria Disney para crear productos en los que los
Minions son los protagonistas. Abundan en el mercado múltiples empresas que tienen una sección dedicada a vender promocionales con la imagen o la figura de los
Minions bajo la licencia de Disney. Peluches, mantas, sábanas, elementos decorativos para fiestas de
cumpleaños Minions como fiestasmix donde venden platos, globos, servilletas o posters, son algunos de los ejemplos.
Ante este alud de ofertas dedicadas a estos pequeños seres de voz aguda y lenguaje peculiar, los padres se han visto obligados no sólo a comprarles productos relacionados con ellos sino a descargarse aplicaciones que les imiten, a ver horas y horas de la misma película sólo por darles el gusto e incluso a organizar fiestas dedicadas en exclusiva a los Minions. Una moda que por el momento, parece no tener fin porque el próximo mes de junio se estrena la tercera parte de la saga "Gru, mi villano favorito 3".
Redacción COSMO
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