“El pelo es una parte viva de nuestros cuerpo y, aunque le dedicamos mucho tiempo a la parte estética, no siempre las conocemos realmente”, nos dice nuestra experta en peluquería
Sara Ruesga. Hoy en
Laca y Tijeras repasamos
algunos aspectos curiosos sobre nuestro cabello que, posiblemente, no conozcas.
El cabello crece 365 días al año sin excepción, entre 0,3 y 0,5 milímetros diariamente con una media de unos 20 centímetros por año. No son iguales los 12 meses ya que en verano crece aun más rápido, por eso siempre sentimos esa necesidad de hacernos el corte post-vacaciones antes de empezar un nuevo curso.
El vello facial crece mucho más rápidamente que el que tenemos en otras partes de nuestro cuerpo. Por eso, aunque el vello de nuestras piernas o axilas nos de una tregua entre depilación y depilación, labio superior y cejas van por su cuenta y hay que repasarlos con más frecuencia… ¡porque aunque nos encanta tener melena odiamos tener bigote!
La vida media de un pelo humano es de hasta 7 años. Así que no hagas ni caso a quien te diga que te estás tiñendo el pelo hace demasiados años y que lo estás estropeando y atacando.
Ese pelo que tiñes hoy lleva 7 años contigo como máximo y no tiene ni idea de lo que hiciste con tu melena en 2009. Así que… ¡tíñete del color que te dé la gana y disfruta!
A diario perdemos hasta 100 cabellos. El número varía en función de factores externos e internos como la época del año, nuestra edad, los cambios hormonales, si somos fumadores y nuestra dieta. Recientes informes alertan del aumento del problema de la caída de cabello en mujeres jóvenes con pre-menopausia e incluso con edades de entre 20 y 30 años debido a factores como la mala nutrición, el tabaquismo y la vida excesivamente sedentaria. Dicho esto hay que recordar que factores tan diversos como el desequilibrio de la tiroides, la anemia, una mala alimentación desequilibrada o una época de mucho estrés provocan pérdida del cabello. Si la caída es superior a lo normal hay que acudir al médico cuanto antes.
La caída del cabello es un problema estético que, aunque no agrada a nadie, es especialmente duro para las mujeres. Suele acarrear problemas psicológicos y pérdida de autoestima acerca de su apariencia y la propia imagen por lo que es importante atajarlo a tiempo.
Las mujeres con un historial familiar de pérdida de cabello deben estar muy atentas ante cualquier indicio de debilitamiento de su cabello. Ante la primera señal de cambios hay que buscar el consejo de un profesional para comenzar con la prevención y tratamiento de la caída. Los factores que el médico valorará al diagnosticar son varios. Ante todo, los antecedentes familiares de patrón femenino de pérdida de cabello, porque la carga genética es muy importante en esta patología. También valorará la edad a la que comienza la pérdida, su progresión y patrón. Como en todo lo que tiene que ver con nuestra salud, un diagnóstico precoz nos ayuda a conseguir mejores resultados en el tratamiento.
Nunca sientas vergüenza por consultar sobre la caída del cabello a tu peluquero y médico. Ambos son profesionales que están ahí para aconsejarte y cuidarte. Cuanto antes busques ayuda, antes conseguirás solucionarlo.
Redacción COSMO
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