Los cambios de temperatura son muy perjudiciales para la piel, especialmente en el caso de las más sensibles, y puede aumentar las posibilidades de que aparezcan vasos dilatados y rojeces.
Para evitar éstos y otros problemas la Academia Española de Dermatología aconseja seguir las siguientes pautas para superar el invierno sin daños:
Cara y cuello: Al carecer de glándulas sebáceas se descama con mayor facilidad y han de ser hidratas a conciencia, ya que son las zonas que más expuestas a la inclemencias del tiempo. Para ello, conviene utilizar cremas altamente nutrientes que cuenten, como mínimo, con un factor de protección solar 15.
Manos: La crema de manos debe de ser un must a llevar siempre en el bolso. Intenta proteger tus manos usando guantes y utiliza jabones de manos hidratantes.
Labios: Si los sientes resecos evita humedecerlos con saliva, pues esto produce una irritación adicional, en su lugar opta por protectores labiales hidratantes.
Rodillas y codos: Éstas son regiones que se resecan con facilidad, así que debemos de poner especial énfasis en hidratar estas regiones.
Resto del cuerpo: El frío invernal provoca que nada más llegar a casa apetezca tomar una ducha caliente, cuidado con la temperatura del agua, pues los baños excesivamente calientes y prolongados remueven el manto hidrolipídico. Por ello los dermatólogos recomiendan tomar baños rápidos con agua tibia y jabones que respeten la estructura química de la piel.
Tras el baño siempre hay que hidratar el cuerpo con una crema acorde a tu tipología de piel.
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Redacción COSMO
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