¿Qué pasaría si un día tu país amaneciera y todas sus mujeres hubieran desaparecido? Trabajadoras, madres, esposas, hijas, amigas...
Hasta ahora una huelga o paro se producía en un sector en concreto y sus protagonistas eran los trabajadores de esa especialidad, pero lo que se prepara para este próximo 8 de marzo va mucho más allá, pues se pretende que todo un sexo, o lo que es lo mismo, la mitad de los trabajadores de todo el panorama laboral sin importar su sector, dejen de producir.
Esta iniciativa, que se anuncia bajo el lema de "Un día sin mujeres", nace del colectivo "Ni una menos" en Argentina con la intención de que este día 8 de marzo todas las mujeres cesen su producción y se lancen a las calles en busca de tres objetivos principales.
-Protestar contra la violencia machista.
-Acabar con la desigualdad laboral que perjudica a las mujeres.
-Buscar el fin de la deshumanización y la discriminación.
Tras la propuesta argentina, muchos otros países de Latinoamérica se unieron a la causa, y el reguero de pólvora siguió extendiéndose hasta llegar a la organización
Women's March estadounidense, nacida a raíz de las movilizaciones feministas que acompañaron a la investidura de Donald Trump en el país norteamericano.
Actualmente, son 30 los países que se han unido a la iniciativa "Un día sin mujeres": Australia, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, República Checa, Ecuador, Inglaterra, Francia, Alemania, Guatemala, Honduras, Islandia, Irlanda del Norte, República de Irlanda, Israel, Italia, México, Nicaragua, Perú, Polonia, Rusia, Salvador, Escocia, Corea del Sur, Suecia, Togo, Turquía, Urugua y EEUU.
Y si una huelga en un sector en concreto puede poner en jaque a la industria, todavía no podemos imaginar cuál sería el impacto de que la mitad de la población trabajadora cese sus actividades en todo el panorama laboral.
Por supuesto, al paro se unirán las iniciativas de las marchas o protestas que se darán en cada uno de estos 30 países, a los que siguen sumándose otros estados cada día.
Pero no es la primera vez que ocurre una protesta de estas características. Las organizadoras argentinas afirman inspirarse en "El día libre de las mujeres de Islandia", que detuvo al país europeo en 1975, día en el que nada menos que el 90% de las trabajadoras cesaron su actividad para salir a la calle a protestar contra la desigualdad en sus derechos laborales.
Y todo aquel o aquella que piense que las huelgas o protestas no sirven para nada, sólo tienen que echar un ojo a las noticias para ver que
Islandia es el primer país del mundo que ha conseguido la igualdad de salario y oportunidades laborales y es considerado el mejor país para vivir siendo mujer.
Aunque los objetivos del parón del 8 de marzo, día internacional de la mujer, se podrían resumir en los tres objetivos que veíamos antes, otras muchas causas se han unido a la protesta, con la intención de construir “un nuevo movimiento feminista internacional con una agenda expandida: anti-racista, anti-imperialista, anti-heteronormativo y anti-neoliberal”, en el que todos los ciudadanos cuenten por igual.
Así pues, la huelga de marzo se basará en las siguientes denuncias, publicadas en las redes sociales por el colectivo argentino "Ni una menos":
-Que el capital explota nuestras economías informales, precarias e intermitentes.
-Que los Estados nacionales y el mercado nos explotan cuando nos endeudan.
-Que los Estados criminalizan nuestros movimientos migratorios.
-Que cobramos menos que los varones y que la brecha salarial llega, en promedio, al 27 %.
-Que no se reconoce que las tareas domésticas y de cuidado son trabajo que no se remunera y suma, al menos, tres horas más a nuestras jornadas laborales.
-Que estas violencias económicas aumentan nuestra vulnerabilidad frente a la violencia machista, cuyo extremo más aberrante son los femicidios.
-Paramos contra la violencia institucional que amenaza y persigue a las que ejercen la prostitución y a las trabajadoras sexuales.
-Paramos para reclamar el derecho al aborto libre y para que no se obligue a ninguna niña a la maternidad.
Y aunque tanto el número de motivos para la huelga o los países participantes puedan crecer hasta el próximo día 8, ya se han sentado las bases para una protesta que promete ser histórica y hará temblar el mundo desde sus cimientos.
Redacción COSMO
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