Cada relación sentimental es un universo diferente, porque cada persona es un mundo. Si echamos la vista atrás y nos centramos en nuestras relaciones pasadas, sentiremos que cada una de nuestras antiguas parejas nos hizo pasar por una montaña rusa diferente con resultados diferentes.
Aunque, nos demos cuenta o no, hemos pasado siempre por las mismas cinco fases en cada relación. Resulta curioso que muchos psicólogos hayan trabajado en estudios para diferenciar cada una de esas cinco fases, pero resulta todavía más curioso que todos hayan llegado a las mismas conclusiones.
Durante los últimos meses se han publicado diferentes estudios llevados a cabo por diferentes universidades y todo parecen hacer llegado a la conclusión de que una relación amorosa se divide en estas cinco etapas.
1. El enamoramiento. Esta primera etapa se caracteriza por la ilusión y el nerviosismo.
En ella, ignoramos sistemáticamente todos los defectos que podamos encontrar en nuestra pareja y nos centramos en aquello que consideramos bueno. Solemos proyectar nuestras ilusiones en esa persona, pues en esta fase, el amor es ciego.
2. Los cimientos de la pareja. Esta fase comienza cuando termina la fe ciega en tu pareja. Es el momento en que se aceptan los fallos de la otra persona y aquellos detalles que no parecían importarnos tanto antes se vuelven más visibles. Ya sin la locura de la primera fase, en esta tomamos la decisión madura y consciente de formar una pareja duradera. Es la etapa en la que más información de la otra persona recibimos.
3. La desilusión. Esta tercera etapa es la más difícil de superar y es en la que más parejas se
acaban rompiendo. El metafórico velo se nos cae de los ojos y vemos, ya sin el filtro del enamoramiento inicial, cómo es nuestra pareja realmente. Notamos que nos sacan de quicio detalles que al principio nos parecían encantadores y tenemos las primeras confrontaciones con nuestra media naranja. Los psicólogos insisten en que estos sentimientos son normales y tenemos que hacer de tripas corazón para alcanzar la siguiente fase.
4. El compromiso real. Si has llegado hasta este punto, enhorabuena. El compromiso entre dos personas nace desde el conocimiento total de la otra persona. Aquí ya no hay ilusiones proyectadas en nuestra pareja ni fe ciega en su amor. Ya no necesitamos como el aire que respiramos estar en esa relación, sino que elegimos libremente, como adultos y siendo conscientes de la persona que tenemos delante, que queremos seguir adelante y formar una pareja.
5. Los dos se convierten en uno. La última de las fases del amor y, lógicamente, aquella a la que menos parejas consiguen llegar. La conexión entre ambos va más allá y no es posible explicarla con palabras. Los detalles negativos que puedes ver en tu pareja no sólo han salido ya a la luz, sino que están superados debido a que en la fase anterior decidiste hacerlo conscientemente. Toda duda ha terminado y ahora sabes que sólo la muerte puede separaros. La unión está completa.
Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.
