Apareció de la nada y se convirtió en una de las estrellas más admiradas del mundo. A sus 39 años, con su 1,83 de altura y una creciente lista de espectaculares interpretaciones en la gran pantalla ya podemos decir que Michael Fassbender es una estrella de talla mundial.
Cosmo te ofrece la posibilidad de disfrutar de su imponente físico y su talento como actor este sábado con la emisión de
Centurión, y en la que interpreta a un soldado romano a la conquista de las islas Británicas.
Y aunque no necesites ayuda para ello, te vamos a dar varias razones para que te termines de enamorar del gran Michael Fassbender.
Por su mezcla de raíces. Michael nació en la ciudad alemana de Heidelberg, de donde también es originario su padre. En cambio, la mayor parte de su juventud la vivió en Irlanda, de donde era su madre.
Por supuesto, desde que se ha hecho con un nombre en el mundo del cine, reside en Estados Unidos.
Porque no se arrepiente de ningún papel. Es normal que las grandes estrellas de Hollywood se acaben arrepintiendo de los papeles que eligieron para comenzar su carrera, aunque en su momento fuera el mejor método para labrarse un nombre. No es el caso de Michael que, incluso siendo un desconocido para el gran público, escogió con mimo sus primeras apariciones en el cine. Puedes verlo de secundario en filmes como 300, Jane Eyre o trabajando con el mismísimo Quentin Tarantino en Malditos Bastardos.
Porque no tiene miedo a darlo todo. Efectivamente, nos referimos a desnudarse en pantalla. Concretamente en la cinta Shame, en la que interpreta la parte más amarga de un adicto al sexo. La película es un festival de desnudos frontales del actor, y nosotros se lo agradecemos.
Porque ama toda clase de cine. Esta fuera de toda duda de que Michael es uno de los mejores intérpretes de la actualidad y que podría trabajar con cualquier director que se propusiera, pero aún así no da la espalda al cine de entretenimiento y no se limita a aparecer en obras de prestigio. Lo hemos podido ver en las últimas entregas de la saga X-Men interpretando al villano Magneto y en unos días estrenará la adaptación del videojuego Assassin's Creed, película que por cierto ha rodado en Sevilla.
Porque es un hombre de premio. Michael lleva acumulados casi 50 premios a la actuación en distintos festivales internacionales. Lo sorprendente de todo esto es que ha conseguido llegar a esta cifra en menos de 9 años. Pero hay un premio que se le resiste aún: el Oscar de la Academia. Toda la industria coincide en que 2011 debía ser el año en que el alemán se hiciera con el galardón, pero la película que él representaba, la anteriormente citada Shame, era demasiado escandalosa y contenía demasiados desnudos para el gusto del puritano Hollywood. No nos cabe duda de que el Oscar le acabará llegando.
Porque es un hombre comprometido con las buenas causas. Cuando Michael escoge un papel, lo hace pensando en si ese papel puede ayudar a concienciar al mundo y convertirlo en un lugar más amable. Y todo esto sin convertir su propia figura en el salvador, ya que no tiene miedo de mancharse las manos e interpretar al villano de la película, caso por ejemplo de 12 años de esclavitud, en la que hacía del violento y racista propietario de una plantación de algodón en los Estados Unidos del siglo XIX.
Por ser el prototipo de galán inteligente. Independientemente de su fabuloso físico, el aura de Michael va mucho más allá del típico bombón de poster. Tiene la clase de un gentleman inglés, el elegante porte alemán y el maravilloso pelo rojo de un irlandés, pero Michael es mucho más que eso. Un hombre de pies a cabeza.
No te quedes con las ganas y disfruta esta noche a las 22:00 h. de
Centurión, con Michael Fassbender.
Redacción COSMO
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