Esta segunda jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid se abrió de forma muy discreta con la presencia de los diseños de la siempre sobresaliente
Amaya Arzuaga, pero que sin embargo en esta ocasión se ha distinguido por su discreción expresada en una colección en la que la sencillez es el leitmotiv: Tejidos en blanco y negro con algunas tímidas pinceladas de rojo, asimetrías en los cortes de las prendas y aberturas vertiginosas.
Andrés Sardá también estuvo presente en esta edición, como siempre poniendo el toque de originalidad con su espectacular lencería de baño todo ello con un estilo muy futurista en la que los colores amarillo y violeta fueron los que más llamaron la atención.
El desfile de
Devota y Lomba fue uno de los más esperados del día y de los más aplaudidos, una colección elaborada con tejidos vaporosos en colores metalizados, amarillos flúor, blancos y marfiles. Con esta colección Modesto Lomba ha demostrado una vez más ser un auténtico maestro y ha mostrado al mundo el saber hacer vasco.
Teresa Helbig nos mostró también sus habilidades artísticas a través de un desfile caracterizado por “un street style, con un toque hippie chic, combinándolo con vestidos baby y telas vaporosas para los vestidos de coctel.”
Yo como Editor-Director de la Revista “
Pasarela de Asfalto” , estuve presente personalmente en todos los desfiles de la jornada, y como no, no pude faltar al de
Miguel Palacio y
Ángel Schlesser, que fueron las firmas que pusieron el broche de oro a esta bonita jornada que puso de manifiesto que la moda no es sólo un negocio sino la expresión del arte en estado puro; como una escultura de tela sobre el frágil cuerpo de una esbelta modelo.
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Redacción COSMO
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