Puede sonar a cliché, pero cuando el río suena, agua lleva. Resulta que aquellas mujeres que menos suerte tienen en el amor son las consideradas más bellas. ¿Se trata de una realidad o de una queja sin fundamento?
La sabiduría popular siempre ha tenido maneras de justificar esto, pero ahora es la ciencia la que ha decidido resolver esa pregunta. La prestigiosa publicación British Journal of Psychology ha realizado un estudio para intentar explicar por qué aquellas mujeres que la sociedad cataloga como físicamente agraciadas suelen ser las últimas en encontrar una pareja para toda la vida.
¿Qué tiene de verdad esta afirmación? El estudio, consistente en una encuesta a ciudadanos británicos de ambos sexos, nos confirma que al menos una de las quejas de estas "guapas solteras" es cierta, y tiene mucho que ver con la percepción que los hombres tienen de las mujeres que les atraen.
Según esto, una mujer que sea considerada atractiva es el objeto de deseo de los hombres que tan sólo buscan una aventura, una conquista.
O utilizando palabras más simples: sólo sexo.
¿Pero por qué los hombres las descartarían como una
pareja para toda la vida? El estudio nos dice que culturalmente un hombre tiene más posibilidades de elegir como compañera a una mujer con un físico menos explosivo porque asocian eso que ellos catalogan como "normalidad" a una mujer que tenga menor número de pretendientes y más tiempo para criar y educar a los hijos de ambos. Como si nuestra capacidad de formar una familia dependiera de nuestro aspecto físico.
Por esto, las mujeres guapas y atractivas no son vistas como candidatas para formar una familia. Aunque si investigamos más en las respuestas que los hombres dieron en la encuesta, veremos que esto poco tiene que ver con el aspecto de las mujeres y sí con la falta de seguridad en sí mismos de los hombres.
Nos explicamos: cuando un hombre elige a una pareja para toda la vida, rechaza a aquellas que considera más atractivas por puro miedo a perderlas. Al verse a ellos mismos como inferiores (en el plano físico) tienen el temor de que ellas acabarán abandonándolos por no estar satisfechas con ellos o por encontrar a otro hombre que sí comparta sus niveles de belleza.
Y de la misma manera en que ellos se sienten intimidados por la belleza física, también se sienten inferiores ante mujeres con actitud o de
carácter fuerte. No sólo por el miedo a fracasar en la conquista, sino miedo a no estar a la altura en caso de que se inicie una relación.
Tanto el estudio como nuestro sentido común vienen a decir lo mismo. Todo está en la educación, en la seguridad y en la cabeza de los hombres.
Redacción COSMO
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