Tu mejor amiga se casa. Ya es un hecho. Lleváis hablando de este momento durante años y hasta crees que te hace la misma ilusión a ti que a ella. Sin embargo,
llega un momento en que te pide ser su dama de honor, con toda la carga de responsabilidad que conlleva este ofrecimiento.
Y tú no sabes qué decir
¿cuáles son los pros y los contras? Eso, como todo, depende de tu forma de ser y la relación que tienes con tu amiga.
La pregunta ¿seré capaz de hacerlo? no deja de rondar por tu cabeza. Pero, ¡claro que puedes! Después de todo, la novia (tu amiga) te ha confiado los preparativos de uno de los días más importantes de su vida. Si, aún así, no lo tienes muy claro o no sabes cómo llevar todo esto a buen puerto, te damos una serie de consejos de lo que NO debes hacer si finalmente aceptas ser dama de honor (no querrás convertirte en dama de deshonor ¿verdad?)
No aceptes por compromiso
Nunca. Bajo ninguna circunstancia. Si no te ves preparada lo mejor será que hables con tu amiga y declines su generosa oferta de forma racional y educada. Ella entenderá que quizá sea demasiada responsabilidad para ti, es tu amiga y te comprenderá a la perfección. Sin embargo, demuestra que estás a su lado en todo el proceso, aunque no te involucres demasiado en su organización. Tu amiga tiene que ver que te preocupas por ella y que sólo has rechazado por exceso de responsabilidad.
Sé consecuente y acepta la decisión de la novia
Si, finalmente, has aceptado y estás dispuesta a estar al lado de tu amiga en todo, todo significa todo. Es su gran día y, si ella siempre se ha imaginado llevando a sus damas de honor vestidas de rosa pastel con coronas de flores y tú eres más de estilo heavy metal, ¿qué importa? Un día es un día y siempre puedes combinar las flores con tu pulsera de pinchos favorita (¿no?).
Da tu opinión (de forma prudente)
De todas formas, que vayas a ser su dama de honor no quiere decir que vayas a ser como un florero. Puedes dar tu opinión en todo lo que te parezca, recuerda que sigue siendo tu mejor amiga (aunque con ese impresionante vestido blanco impresione un poco). Dile siempre con lo que te sientes cómoda y con lo que no, pero nunca de forma ofuscada. Ten un poco de paciencia, preparar una boda no siempre es fácil y los nervios están a flor de piel, sobre todo para ella.
Involúcrate desde el minuto cero
Has aceptado. Está hecho, no hay marcha atrás. Así que, ¡manos a la obra! Sé puntual siempre, sobre todo a la hora de probarte el vestido junto a la novia y las demás damas (no querrás que todo se retrase por tu culpa). Deja clara tu disponibilidad y estáte dispuesta a echarle horas extra. Ilusiónate, cuando todo acabe podrás decir: yo también he sido parte de esto. Tu amiga lo agradecerá siempre.
Sé la mano derecha de la novia
Ella necesita apoyo. Por supuesto damos por hecho que no está preparándolo todo ella sola, pero seguro que va a necesitar a alguien que esté con ella para poder contarle sus progresos y frustraciones. Eres su mejor amiga y de eso se trata ¿no? En las buenas y en las malas (a vosotras nunca os hará falta un papel para estar juntas el resto de la vida).
Compórtate en la boda
Vale, que sí, que es la boda de tu amiga y sólo piensas en soltarte la melena. Pero hazlo con conocimiento. No te bebas toda la barra libre, sobre todo si es antes de dar tu discurso (recuerda que tú también estás en el punto de mira).
Ser dama de honor conlleva una responsabilidad, aunque eso no quita que no puedas pasártelo genial. ¿Quieres ver más experiencias de damas de honor? No te pierdas esta tarde a las 15:30 horas 'La boda de mi mejor amiga' en COSMO.
Redacción COSMO
Noticias escritas por el equipo de redacción de COSMO.
